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36. La vida soñada de los ángeles (La vie revée des anges, 1998), de Érick Zonca
Isa y Marie se conocen. Isa, sola, abnegada y alegre mientras que Marie es rebelde y agresiva. La vida no trata bien a ninguna de las dos. Isa indaga en el porqué de la vida de Marie y descubre que vive cuidando la casa de familiares fallecidos en un accidente, Sandrine, una menor, única sobreviviente está en coma e Isa la visita frecuentemente. Marie se involucra con un rico de la zona céntrica quien la engaña, pero a quien no puede dejar. El conflicto entre Isa y Marie se incrementa conforme se conocen a fondo. Isa sufrirá dolor por su amiga y por la mala fortuna, además de que la vida de Sandrie, con quien se ha encariñado, pende de un hilo. Marie, por su parte, sufrirá el desprecio del hombre que ama y a quien no puede dejar de ver. Isa reclama a Marie por su egoísmo y el conflicto las llevará a un desenlace trágico para una y feliz para otra.. Doble premio de interpretación en el Festival de Cine de Cannes para Natacha Régnier y Elodie Bouchez. En los premios César obtuvo galardón como mejor película y mejor actrices (Natacha Régnier, Elodie Bouchez) y siete nominaciones. Actrices que también recibieron el Premio del Cine Europeo a la mejor interpretación femenina.
37. Custodia compartida (Jusqu'à la garde, 2017), de Xavier Legrand
Describe con gran intensidad, y sabiendo cambiar el tono cuando es necesario con enorme soltura, las vicisitudes de una familia tras la ruptura matrimonial. Miriam y Antoine Besson se disputan la custodia del hijo menor, Julien, la hija Joséphine es mayor de edad y puede decidir por sí misma, y la elección estar con la madre. También Julien querría lo mismo, pero la jueza dictamina una custodia compartida. Los fines de semana que le toca estar con su padre, son para Julien un infierno, pues él es el instrumento que el otro quiere usar para llegar hasta la madre, con la que querría volver, cayendo en algo muy próximo al acoso. Vigoroso debut en el largometraje del antes ocasional actor Xavier Legrand, que siendo un chaval hizo Adiós, muchachos a las órdenes de Louis Malle, y tras ser nominado al Oscar por su mediometraje Antes de perderlo todo, ha continuado la idea argumental en esta película. Consiguió cuatro premios César: mejor película, mejor actriz principal (Léa Drucker), mejor guion original (Xavier Legrand) y mejor montaje (Yorgos Lamprinos), sobre 10 nominaciones. Así mismo el León de Oro como mejor película en e Festival de Cine de Venecia y fue Premio del Público como mejor film europeo en el Festival de Cine de San Sebastián.
38. Los miserables (Les Misérables, 2019), de Ladj Ly
Euforia patriótica en Francia, con despliegue de banderas tricolores por todo París, la selección nacional de fútbol acaba de ganar el Mundial de Rusia. Pero la cohesión social está lejos de ser una realidad, como va a comprobar enseguida Stéphane, recién incorporado a la Brigada AntiCrimen que opera en el conflictivo distrito de Montfermeil. Sus resabiados compañeros de patrulla, Chris y Gwada, le ponen a prueba a la hora de resolver un caso que podría ser dinamita, el robo de un cachorro de león a un circo llevado por gitanos, perpetrado por Issa, un adolescente subsahariano. Una respuesta violenta desproporcionada y un dron registrando los hechos disparan las alarmas entre la policía y las bandas de influencia que controlan, es un decir, la zona. El título de lla película de Ladj Ly, Los miserables, no es casual, se quiere evocar en efecto la obra de Victor Hugo, y de hecho se cita explícitamente al autor, que la escribió justo, se nos recuerda, en Montfermeil. La película fue nominada para competir por el Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. Además, fue seleccionada para competir en los Premios Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa, y representó a Francia en la entrega de los Premios Oscar del 2020. Ganó cuatro premios César: mejor película, mejor actor revelación (Alexis Manenti), mejor montaje (Flora Volpelière) y el Premio del Público, con doce nominaciones.
39. Cyrano de Bergerac (1990), de Jean-Paul Rappeneau
Cyrano es un brillante poeta y un hábil espadachín que expresa su amor por la bella Roxane a través de Christian, el apuesto soldado a quien ella ama. Cyrano es jactancioso y fanfarrón, de genio vivo pero a la vez ingenioso e irónico, noble y orgulloso. Pero esconde una herida secreta que le atormenta: su agudo sentido del ridículo, su fealdad y su susceptibilidad le han impedido ser amado por Roxane. Sin embargo, ya que su amada ama a otro, él ayudará a su rival escribiendo en su nombre apasionadas cartas de amor. Se inspira directamente en la obra de teatro del mismo nombre de Edmond Rostand, y aunque respeta el texto, este se halla recortado. Los derechos de esta obra publicada en 1897 habían pasado al dominio público, por lo que el productor pudo invertir el dinero en los cuarenta decorados que había, tanto en Francia como en Hungría. Jean-Claude Carrière tuvo que reescribir unos cien alejandrinos al modo de Rostand. La película es la primera versión cinematográfica de la obra original en color de Rostand y la segunda versión cinematográfica de la obra en el original francés. También es considerablemente más fastuosa y más fiel al original que las versiones cinematográficas anteriores de la obra. Fue ganadora de diez Premios César (incluyendo mejor Película), siendo una de las dos únicas películas que ha recibido el premio César de Césars, junto con El viejo fusil. También obtuvo cinco candidaturas en los Premios Oscar (incluyendo el de mejor actor). Otros galardones incluyen la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Premio de mejor interpretación masculina en dicho festival para Depardieu.
40. Todas las mañanas del mundo (Tous les matins du monde, 1991), de Alain Corneau
Narra la historia de la relación entre Monsieur de Sainte-Colombe, sumido en una profunda melancolía por la muerte de su mujer, y Marin Marais, decidido a ser su discípulo para perfeccionar el uso de la viola da gamba, y que a su vez mantiene una relación con su hija. Rita Kempley en The Washington Post describió la película como la “oda a un cellista barroco” que “también llora el mundo de los sonidos perdido ante el estruendo de la civilización” y “su voz es oscura, el timbre bajo, fúnebre incluso en el regocijo. Si algo celebra, es la inspiración del dolor.”. Cuenta con las actuaciones de Gérard Depardieu y su hijo Guillaume Depardieu como el músico Marin Marais (de adulto y de joven, respectivamente). La banda sonora original de la cinta es obra de Jordi Savall, e incluye una selección de piezas de Marin Marais, Sainte-Colombe, François Couperin y Jean-Baptiste Lully. Ganó siete Premios César a la mejor película, mejor director, mejor actriz secundaria (Anne Brochet), mejor fotografía (Yves Angelo), mejor vestuario (Corinne Jorry), mejor música escrita para una película (Jordi Savall) y mejor sonido ((Anne Le Campion, Pierre Gamet, Gérard Lamps y Pierre Verany), contando con once nominaciones.
41. Los juncos salvajes (Les roseaux sauvages, 1994), de André Téchiné
Provenza, 1962. Con la guerra de Independencia de Argelia como telón de fondo, la trama se basa en las relaciones de un grupo de estudiantes de un internado. François (Gaël Morel), un chico de dieciocho años, descubre que es gay y que está enamorado de Serge (Stephane Rideau), su compañero de cuarto. Éste al principio parece corresponderle, y una noche se acuestan juntos. Pero, a continuación, Serge no quiere saber nada de François y se interesa por Maité (Elodie Bouchez), una joven militante comunista, hija de una de las profesoras. Con la guerra de Argelia de fondo, la película retrata el despertar a la sexualidad, a los afectos y al compromiso social por parte de unos adolescentes, y su entrada en el mundo adulto. También destaca por el tratamiento de la toma de conciencia de su homosexualidad en la figura del protagonista, interpretado por Gaël Morel (sosias del director de la cinta). Obtuvo los premios César a la mejor película, al mejor director y mejor guion original o adaptado, así como el Premio Louis-Delluc y el premio a la mejor película extranjera en Los Ángeles Film Critics Association Awards.
42. Las invasiones bárbaras (Les Invasions barbares, 2003), de Denys Arcand
Un hombre con un cáncer avanzado tiene dificultades para aceptar la realidad de su inminente muerte y encontrar un momento de paz antes del final, especialmente porque tiene razones para lamentarse de ciertos aspectos de su pasado. Su hijo -del que se había distanciado-, su ex-mujer, sus ex-amantes y sus viejos amigos irán a reunirse con él para compartir sus últimos momentos. El cineasta canadiense Denys Arcand retoma a los personajes de su película El declive del imperio americano (Le déclin de l'empire américain), de 1986. Los actores, así, repiten, aunque peinando canas, como es natural. El director hace un terrible diagnóstico de la sociedad actual: confirma el declive social de los herederos de mayo del 1968, a la vez que anuncia “las invasiones bárbaras”, el empuje de unos jóvenes pragmáticos en un mundo globalizado que venían dominando los americanos. Ganó el Oscar a la mejor película internacional; una nominación en los Globos de Oro como mejor película de habla no inglesa y la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes como mejor película y en este mismo Festival ganó los premios a mejor actriz (Marie-Josée Croze) y mejor guión (Denys Arcand). Obtuvo tres premios César: Mejor película, mejor dirección (Denys Arcand) y mejor guión (Denys Arcand), contando con cuatro nominaciones.
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