La Cinémathèque française desprograma dos películas de Benoît Jacquot

Benoît Jacquot

Mientras se abre una investigación contra el cineasta tras acusaciones de acoso y
violación por parte de Judith Godrèche, la institución parisina cancela la proyección de la película Las alas de la paloma (Les Ailes de la colombe, 1981) y la de Suzanna Andler (2021).
El mensaje del responsable de prensa es lacónico, pero los diques ceden: "La Cinémathèque cancela la proyección de la película Las alas de la paloma de Benoît Jacquot el miércoles 13 de marzo a las 14 h. Caroline Champetier presentará Tout une nuit (1982), de Chantal Akerman, el sábado 16 de marzo a las 16.30 horas." También ha sido cancelada otra de las películas del cineasta, Suzanna Andler (2021), que debía presentarse el 27 de mayo como parte de un ciclo “Duras Adaptadas”.
Hasta este lunes por la mañana, el ilustre director de fotografía de Claude Lanzmann, Jean-Luc Godard y Leos Carax debía presentar la película en el marco de la proyección anual del Festival de la institución de la rue de Bercy, en París. La presión de la sociedad civil ha sido sin duda la más fuerte, o quizás la empatía.
Desde hace un mes, el asunto sacude a la gran familia disfuncional del cine francés: Judith Godrèche, ya entre las noventa y tres acusadoras de Harvey Weinstein por actos de agresión sexual, ha decidido denunciar su relación bajo influencia con el cineasta Benoît Jacquot en los años 1980 – en ese momento ella tenía 14 años, él 39. En el proceso, presentó dos denuncias: primero contra el director de Villa

Amalia (2009), luego contra Jacques Doillon, por violación de una adolescente de 15 años, durante el rodaje de La chica de 15 años (La fille de 15 ans, 1989) -de título profético-. La fiscalía de París abrió una investigación.
¿Toma de conciencia? La ceguera, incluso la complicidad, de los profesionales y de la prensa provocó una ola de introspección, pero hasta entonces la Cinémathèque –que había mantenido el ciclo de Polanski en 2017, bajo la dirección de Frédéric Bonnaud–, comparando éste con la oposición movimiento ante el “shock totalitario” de la “gente medio loca”- todavía hizo oídos sordos. La institución reaccionó esta vez, sin entrar en los motivos de su decisión. Esperamos ver esto como un signo de concienciación y de una programación futura más apegada a escuchar a las víctimas que a celebrar a los artistas todopoderosos.