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3. Dune (2021), de Denis Villeneuve
En el Año 10191 el desértico planeta Arrakis, feudo de la familia Harkonnen desde hace generaciones, queda en manos de la Casa de los Atreides por orden del emperador. Con ello les cede la explotación de las reservas de especia, la materia prima más valiosa de la galaxia, necesaria para los viajes interestelares y también una droga capaz de amplificar la conciencia y extender la vida. El duque Leto (Oscar Isaac), la dama Jessica (Rebecca Ferguson) y el hijo de ambos, Paul Atreides (Timothée Chalamet), llegan a Arrakis con la esperanza de mantener el buen nombre de su casa y ser fieles al emperador, pero pronto se verán envueltos en una trama de traiciones y engaños que les llevará a cuestionar su confianza entre sus más allegados y a valorar a los lugareños, los Fremen, una estirpe de habitantes del desierto con una estrecha relación con la especia. Cuidada adaptación de la mítica novela homónima de ciencia ficción de Frank Herbert, ganadora de los prestigiosos premios del género Hugo y Nébula, y que antes fue llevada al cine por David Lynch y convertido en miniserie por John Harrison. El canadiense Denis Villeneuve ya se movió por territorio futurista y galáctico en títulos tan notables como La llegada y Blade Runner 2049, y aquí acierta con un guión coescrito con Eric Roth y Jon Spaihts en dos aspectos muy importantes: saber reducir a lo esencial la trama argumental, sin marear al espectador con datos obtusos sobre el universo en que nos introduce, y la espectacularidad visual, que logra insuflar a la narración una atmósfera épica. Es la primera entrega de dos películas basada en una nueva versión revisada fiel a la novela homónima.
4. El caso Bourne (The Bourne Identity, 2002), de Doug Liman
Cerca de Marsella, un pequeño barco pesquero encuentra el cuerpo de un hombre sacudido por las olas. Los marineros se apresuran a rescatarlo. Este hombre de identidad desconocida con agujeros de bala en su espalda sobrevive de milagro, pero no recuerda nada; ni siquiera su nombre, y todavía menos los motivos por los que han intentado matarle. Sin embargo, un indicio subsiste: de su cadera se ha extraído una pequeña cápsula holográfica con un número de cuenta en Zúrich. Entonces, el desconocido decide acudir al banco suizo para intentar recordar su identidad. Una vez allí, descubre en una caja fuerte un maletín lleno de dinero, una pistola, un pasaporte a nombre de Jason Bourne y otros seis documentos de identidad de diferentes nacionalidades. Por si fuera poco, pronto se da cuenta de que está siendo seguido por una misteriosa organización. Doug Liman es el encargado de dirigir esta primera entrega de la exitosa saga protagonizada por Matt Damon y Franka Potente, basada en la novela homónima del escritor Robert Ludlum. A diferencia de otras películas de espías, más centradas en la acción, el cineasta Doug Liman tenía muy claro que para él lo más importante era la descripción de personajes. Hijo de un alto funcionario del gobierno que trabajaba en asuntos de Irán y Nicaragua, Liman había conocido muchos espías durante su infancia y pensaba que no se parecían a los de las películas, por lo que quería retratarlos de forma realista. Por esta razón funcionan tan bien las persecuciones y peleas, porque el espectador se implica más en lo que les sucede a los protagonistas.
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