Celebremos la creatividad del séptimo arte de Hong Kong, cada vez más amenazado por la censura china.
1. El amor eterno (Liang Shan Bo yu Zhu Ying Tai, 1963), de Li Han-hsiang
Melodrama y comedia musical: esta es la receta ganadora de esta magnífica película musical de Li Han-hsiang, gran éxito de los años 1960, de la que Tsui Hark realizó una hermosa nueva versión en 1994, The Lovers. Es una historia clásica de amor frustrado, excepto que la heroína se disfraza de hombre para ingresar a la universidad, donde se enamora de un estudiante interpretado por... ¡una mujer!
El amor eterno (1963), de Li Han-hsiang, mezcla de comedia musical y melodrama. |
2. Bebe conmigo (Da zui xia, 1966), del King Hu
Una banda de salteadores atacan a un convoy del gobierno y secuestran al oficial al mando con la intención de intercambiarlo por su Jefe detenido. La Dorada Golondrina, un agente de la corte, es enviada por el gobernador para salvar al funcionario. En 1966, King Hu dio un impulso artístico a wu xia pian, la película china de capa y espada. ¿Sus aportes? Una meticulosa reconstrucción histórica que no excluye el humor, una elegante puesta en escena y secuencias de combate influenciadas por el spaghetti western, entonces muy popular en Hong Kong. Sin olvidar la promoción de una heroína guerrera a pesar de las reticencias del productor Run Run Shaw, que pensaba que las mujeres en el cine debían limitarse a papeles románticos.
3. La furia del tigre (Xin du bi dao, 1971), de Cheh Chang
Después de perder un duelo, un talentoso artista marcial se corta el brazo... Esta furiosa película es para wu xia pian lo que Grupo salvaje (The Wild Bunch, 1969), de Sam Peckinpah es para el western: una relectura barroca y posmoderna del género. Después de un comienzo impresionante, Cheh Chang ralentiza la acción para subrayar el declive casi masoquista de su héroe, hasta el desencadenamiento final de la violencia: una lucha, que se ha vuelto legendaria, cien contra uno en un puente donde la inventiva visual prima sobre el realismo.
La furia del tigre (1971), de Chang Cheh. Un punto de inflexión en el género “wu xia pian”. |
4. Election (Hēi Shè Huì, 2005), de Johnnie To
Tercera figura importante de la nueva ola de Hong Kong junto a Tsui Hark y John Woo, Johnnie To es un cineasta tan fecundo como ecléctico, más conocido por sus thrillers ultraestilizados, pero también capaz de alternar entre películas de acción y crimenes y comedias románticas locas, a punto de ser vistas. En esta película renueva el cine mafioso con una visión casi documental de las tríadas y una reflexión política muy aguda que, en su momento, sufrió la ira. autoridades en Pekín...
Mientras un clan mafioso debe elegir a su nuevo presidente, estalla una sangrienta pelea. |
5. Una vida sencilla (Táo Jiě, 2011), de Ann Hui
En el ambiente muy masculino de la nueva ola de Hong Kong, Ann Hui logró establecerse pasando felizmente del cine comprometido al cine de acción. Una vida sencilla , crónica de una deuda afectiva entre un productor de cine y su solterona, obligada a ingresar en una residencia de ancianos, es quizás su mejor obra. El director encuentra la distancia exacta –una contención sin falso pudor, con toques burlescos– para contar la historia del final de la vida. Prepara tus pañuelos...
Deannie Yip en Una vida sencilla (2011) |
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