martes, 21 de mayo de 2024

Cumplió 25 años: Una historia verdadera

El 21 de mayo de 1999 se estrenó la película estadounidense Una historia verdadera (The Straight Story), dirigida por David Lynch e interpretada por Richard Farnsworth, Sissy Spacek, Harry Dean Stanton, Jane Galloway Heitz, Joseph A. Carpenter, Donald Wiegert, Jennifer Edwards-Hughes, Everett McGill. Productora: Coproducción Estados Unidos-Francia; Studiocanal, Les Films Alain Sarde, The Picture Factory, Film4 Productions, Asymetrical Production, Ciby 2000. Duración: 111 minutos. 
Sinopsis argumental: Alvin Straight (Richard Farnsworth) es un achacoso anciano que vive en Iowa con una hija discapacitada (Sissy Spacek). Además de sufrir un enfisema y pérdida de visión, tiene graves problemas de cadera que casi le impiden permanecer de pie. Cuando recibe la noticia de que su hermano Lyle (Stanton), con el que está enemistado desde hace diez años, ha sufrido un infarto, a pesar de su precario estado de salud, decide ir a verlo a Wisconsin. Para ello tendrá que recorrer unos 500 kilómetros, y lo hace en el único medio de transporte del que dispone: una máquina cortacésped. 
Nominaciones y premios: Oscar: Nominada a mejor actor (Richard Farnsworth); Globo de Oro: 2 nominaciones a mejor actor, banda sonora original; Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película); Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Farnsworth) y mejor fotografía 4 nominaciones; Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a mejor actor (Farnsworth); Premios Independent Spirit: Mejor actor (Farnsworth). 4 nominaciones.
Comentario: La historia de Alvin Straight, basada en hechos reales, es un canto a la tenacidad y sabiduría que uno puede lograr en la senectud, tras la experiencia de los años vividos. Lynch dibuja bien los tipos humanos de la película, en primer lugar a Alvin. Éste viaja en una cortadora por las limitaciones físicas de su edad. Y esa lentitud con que se mueve, se convierte en metáfora de las necesidades de una sociedad que corre demasiado y no se detiene a pensar. En su largo caminar, Alvin se topa con variopintos personajes, y en cada uno derrama la ciencia que tiene. Fotografía de Freddie Francis y música de Angelo Badalamenti ayudan a conjugar el tono casi-épico con el intimista. Participamos así en un viaje de aprendizaje donde, curiosamente, el que aprende no es el viajero, sino los que se encuentran con él.

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