lunes, 6 de mayo de 2024

Muerte del cineasta Laurent Cantet, testigo comprometido de los errores humanos (II)

(cont.)
“Una palma a la humanidad”
Con La clase (Entre les murs, 2008), consiguió el reconocimiento mundial. François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto conflictivo, situado en un barrio marginal. Sus alumnos tienen entre 14 y 15 años, y no duda en enfrentarse a ellos en estimulantes batallas verbales; pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos. Al comenzar el curso, los profesores, llenos de buenas intenciones, deseosos de dar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. Pero la abismal diferencia cultural y de actitud chocan violentamente en las aulas, que no son más que un microcosmos de la Francia contemporánea. Por muy divertidos que sean a veces los alumnos, sus comportamientos pueden cortar de raíz el entusiasmo de un profesor. La tremenda franqueza de François sorprende a sus alumnos, pero su estricto sentido de la ética se tambalea cuando los jóvenes empiezan a no aceptar sus métodos. Se basa en Entre les murs, un libro donde François Bégadeau, un profesor auténtico, recogía algunas de sus experiencias profesionales. Rodada con un tono realista, que recoge anécdotas reales recogidas en ese libro, el propio Bégadeau es coguionista, además de interpretar al profesor protagonista.
François Bégadeau en La clase (2008)
Y es con esto, una clase, precisamente, que este cineasta comprometido y curioso por el vértigo de la juventud ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes , en 2008. Con el día a día de una clase de cuarto de secundaria en un establecimiento “difícil” de París y su joven profesor de francés. “Solo” eso: estudiantes de secundaria filmados con pasión y respeto. Cuando Sean Penn, presidente del jurado, anunció el premio supremo por La clase, se mostró conmovido y asombrado: “una palma para la humanidad, una película extraordinaria”. Y Cantet subió al escenario con François Bégaudeau, su actor principal y autor de la novela original, pero también con todo su elenco de jóvenes estudiantes. Apenas parecía avergonzado de hablar por ellos. Porque, para el discreto pero vibrante Cantet, lo que contaba era la opinión, la vida de los demás.
Marina Foïs, Matthieu Lucci y Julien Souve en El taller de escritura (2017)
¿El amor? Este hombre modesto dejó esto en manos de los demás cineastas y sólo mostró, en la pantalla, el equilibrio de poder. Como en El taller de escritura (L'Atelier, 2017), donde Marina Foïs, que interpreta a una conocida novelista, dirige un taller de escritura para jóvenes en un programa de integración social en La Ciotat y cae bajo la fascinación de un joven fascista. De un lado, la bohemia parisina, del otro, una bello adolescente como la discordia que sacude sus convicciones... Para Cantet, era vano juzgar, era noble comprender. Cuando la profesora y su alumno terminan solos en un acantilado, de noche, bajo la luna, El taller de escritura adquiere magníficos reflejos negros, como si Billy Wilder estuviera filmando la lucha de clases.

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