46. Viuda Negra (Black Widow, 2021), de Cate Shortland
Natasha Romanoff, alias Viuda Negra, se enfrenta a los capítulos más oscuros de su historia cuando surge una peligrosa conspiración relacionada con su pasado. Perseguida por una fuerza que no se detendrá ante nada para acabar con ella, Natasha debe lidiar con su historia como espía y con la estela de relaciones destruidas que dejó atrás mucho antes de convertirse en Vengadora.
Scarlett Johansson en Viuda negra (2021) |
Marvel le debía una película protagonizada por Natasha Romanoff, Viuda Negra, a Scarlett Johansson, que ha encarnado el personaje desde Iron Man 2, de 2010. Ha sido todo un acierto el fichaje, pues Shortland se detiene en el desarrollo de personajes, y desarrolla buenas ideas, algunas muy similares a las de la serie The Americans, con otra familia de espías rusos infiltrada en USA.
47. American Psycho (2000), de Mary Harron
En un mundo moralmente plano en el que la ropa tiene más sentido que la piel, Patrick Bateman es un espécimen soberbiamente elaborado que cumple todos los requisitos de Master del Universo, desde el diseño de su vestuario hasta el de sus productos químicos. Es prácticamente perfecto, como casi todos en su mundo e intenta desesperadamente encajar en él. Cuando más intenta ser como cualquier otro hombre adinerado de Wall Street, más anónimo se vuelve y menos control tiene sobre sus terribles instintos y su insaciable sed de sangre, que lo arrastra a una vorágine en la que los objetos valen más que el cuerpo y el alma de una persona.
La novela de Bret Easton Ellis es, probablemente, la obra más controvertida y polémica de inicios de la década de 1990. El texto sitúa a esta criatura maligna, despojada de cualquier atisbo de humanidad, en plena sociedad capitalista, donde los tiburones de Wall Street son los héroes del momento. Sin embargo, la adaptación al celuloide de American Psycho queda despojada de la mordacidad e inteligente ironía de la novela, perdiéndose, en ciertos momentos, en un sinsentido que desconcierta al espectador. Merece destacar, por encima de todo, la soberbia actuación del protagonista, Christian Bale, que realiza una convincente encarnación del asesino demente. Además, posee un gran reparto de secundarios entre los que destacan Jared Leto, Willem Dafoe, Josh Lucas, Reese Witherspoon y Chloë Sevigny.
48. Sufragistas (Suffragette, 2015), de Sarah Gavron
El movimiento sufragista nació en Inglaterra en vísperas de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de las sufragistas no procedían de las clases altas, sino que eran obreras que veían impotentes cómo sus pacíficas protestas no servían para nada. Entonces se radicalizaron y, en su incansable lucha por conseguir la igualdad, se arriesgaron a perderlo todo: su trabajo, su casa, sus hijos y su vida. La protagonista es Maud (Carey Mulligan), una mujer que reivindicó denodadamente la dignidad de las mujeres.
La directora Sarah Gavron y la prestigiosa guionista Abi Morgan narran la radicalización del movimiento por el derecho al voto femenino que tuvo lugar en Inglaterra justo antes de la Primera Guerra Mundial. Con el objetivo de plasmar la complejidad de la situación, las cineastas centraron la cinta en Maud Watts, una joven esposa y madre que trabaja como lavandera desde los siete años. Este personaje, interpretado por Carey Mulligan, no se corresponde con ninguna activista de la época. Pero sí reúne características de muchas de ellas: mujeres de clase obrera, explotadas laboralmente, ninguneadas como personas y que lo arriesgaron todo para conseguir la igualdad de derechos. También destaca la presencia de dos grandes actrices como Meryl Streep y Helena Bonham-Carter. Curiosamente, esta última es bisnieta de H. H. Asquith, primer ministro del Reino Unido de 1908 a 1916 y firme opositor del voto de la mujer.
49. Selma (2014), de Ava DuVernay
Esta crónica sobre la lucha del político y activista Dr. Martin Luther King Jr. (David Oyelowo) en defensa de los derechos civiles se centra en la marcha desde Selma a Montgomery, Alabama, en 1965, que llevó al presidente Lyndon B. Johnson (Tom Wilkinson) a aprobar la ley sobre el derecho al voto de los ciudadanos negros.
Selma (2014) |
50. La invitación (The Invitation, 2015), de Karyn Kusama
Will y Eden perdieron a su hijo años atrás. La tragedia afectó su relación de forma irreversible, hasta el punto de que ella desapareció de la noche a la mañana. Un día, Eden regresa a la ciudad; se ha vuelto a casar y en ella parece haber cambiado algo, convirtiéndola en una presencia inquietante e irreconocible incluso para Will.
Como otras tantas promesas, Karyn Kusama destacó en el terreno del cine ‘indie’, con la interesante Girlfight, pero se le dio mal integrarse en el mainstream con Aeon Flux y Jennifer’s Body, ambas de gran potencia visual, pero lastradas por guiones de medio pelo. A la realizadora le viene bien regresar a las cintas de bajo presupuesto con La invitación, ganadora del Premio a la mejor película en el Festival de Cine de Sitges.
(cont.)
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