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4. La rebelión de los simios (Conquest of the Planet of the Apes, 1972), de J. Lee Thompson
La cuarta de la franquicia El planeta de los simios. Ambientada en una distópica sociedad opresora y militarizada gobernada con mano de hierro, esta es la precuela de la saga que empezó con El planeta de los simios (1968), aunque fue realizada en cuarto lugar en 1972. J. Lee Thompson dirigió esta película de aventuras con Roddy McDowall de protagonista, actor que había participado en otras versiones con el personaje de Cornelio. Aunque es bastante original en su planteamiento (el mundo se ha quedado sin perros ni gatos por lo que el hombre ha “adoptado” al simio como mascota) y vuelve a poner su mirada sobre la idea de la dignidad humana y el abuso de poder como verdaderos peligros para la subsistencia del hombre -algo siempre intrincado con las tensiones geopolíticas del momento en plena Guerra Fría- la cinta vuelve a prescindir del futuro postapocalíptico y distópico de la primera y segunda entrega. Con todo, parte de su interés radica en cómo se justifica, en cierto modo, de dónde procede el odio y el terror de estos simios por el ser humano.
Lo mejor de la cinta es, sin duda, las escenas de acción y aventuras que, si bien son algo reiterativas, en la línea de los otros títulos, no se muestra muy optimista con las posibilidades del ser humano. Pese a ello, que es parte de la esencia misma de la saga, lo peor de La rebelión de los simios es su más que evidente ausencia de presupuesto que parece relegarla a la lista de productos de serie B
5. Batalla por el planeta de los simios (Battle For the Planet of the Apes, 1973), de J. Lee Thompson
Quinta y última entrega de la saga de El planeta de los simios que estuvo nominada a la mejor película en el Festival de Sitges de 1974 y que remata a la perfección la historia del futuro de la especie humana en una Tierra dominada por simios inteligentes. Recupera el tono de la primera y la segunda entrega, no sólo porque se desarrolla en el futuro, sino por el maravilloso diseño de producción sucedido en la selva, las cuevas y los desiertos donde los simios entran en batalla con los hombres. Es, después de la primera película de 1968, la más entretenida de todas ellas y la que tiene un guion más completo, complejo y acertado. Por tanto, la hibridación entre la historia, solvente y rematada, y la espectacularidad de las imágenes y dónde se desarrollan las tramas, es total.
J. Lee Thompson repetiría como director después de la cuarta entrega, La rebelión de los simios, consiguiendo cerrar el círculo a esta magnífica historia mostrando que los simios no están exentos de ejercer tiranía y violencia, como le pasa al hombre, y que sólo trabajando juntos se puede lograr una sociedad medianamente armoniosa. John Huston tiene una pequeña presencia como el legislador, mientras que Roddy McDowall vuelve a ser César después de haber dado vida a su padre Cornelius en las primeras películas de la saga.
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