miércoles, 5 de junio de 2024

Metro-Goldwin-Mayer cumple 100 años (XIX)

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  • Los hermanos Karamázov (The Brothers Karamazov, 1958), de Richard Brooks. Quizás la adaptación más famosa que se ha realizado sobre la novela homónima del escritor ruso Fiodor Dostoievski, protagonizada por Yul Brynner y Maria Schell, y dirigida por Richard Brooks. La película, rodada bajo los auspicios de la Metro, fue planteada como una producción de presupuesto importante y dotado de cierto toque de melodrama. Los hermanos Karamazov pertenece a la época en que Brooks estuvo ligado a esa productora y en la que tuvo poca libertad de acción a la hora de plantear los proyectos. De hecho, era la propia Metro la que decidía el reparto y gran parte del equipo técnico. Pese a ello, la película tuvo un importante éxito, en parte por la presencia de un Yul Brynner que, en aquellos momentos, vivía su momento de máximo esplendor como actor.
  • Por primera vez (For the first time, 1959), dirigida por Rudolph Maté. . Fuela última película del tenor estrella Mario Lanza , estrenada por Metro-Goldwyn-Mayer seis semanas antes de su muerte. Lanza interpreta a un tenor de ópera que encuentra el amor por primera vez con una joven alemana (interpretada por Johanna von Koczian ), que resulta ser sorda.
  • Con la muerte en los talones (North by Northwest, 1959), de Alfred Hitchcock. Uno de los grandes clásicos del cine, donde se dieron cita la mayoría de los recursos que definen el cine de Alfred Hitchcock: el falso culpable, el 'mcguffin' (excusa argumental sin relevancia), la intriga, la comedia, el humor y el amor. Todo ello narrado con ese ejemplar dominio de la técnica cinematográfica que poseía el mago del suspense. Fue su proyecto más caro (costó más de cuatro millones de dólares), sobre todo porque tuvieron que reproducir el monte Rushmore en un estudio al serles negado el permiso de rodar allí. A pesar de todo, el filme fue más que rentable para el estudio, gracias a su éxito de taquilla. Cary Grant protagoniza la cinta en la que sería su cuarta y última colaboración con Hitchcock. A su lado, un buen número de brillantes actores, entre los que destacan James Mason, Martin Landau y Eva Marie Saint.
  • Con faldas a lo loco (Some like it hot, 1959), dirigida por Billy Wilder. Basándose en una pequeña farsa de origen alemán, un Billy Wilder en plena forma rodó una de sus mejores comedias, en la que Marilyn Monroe brilla con especial intensidad, junto a Tony Curtis y Jack Lemmon en sus hilarantes papeles de mujer. El director optó por utilizar deliberadamente el blanco y negro para evitar el impacto del colorido del travestismo y realzar a los ya de por si brillantes diálogos y divertidas situaciones. Una obra maestra del humor que acaba con una de las frases más conocidas de la historia del cine. Como curiosidad, Con faldas y a lo loco" fue el inicio de una fructífera colaboración entre Wilder y Lemmon, que daría grandes títulos del cine cómico como El apartamento, Irma la dulce, Primera plana, ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? o En bandeja de plata.
Ben-Hur (1959), dirigida por William Wyler. Una de las más espectaculares películas de la historia del cine, modélica a la hora de ilustrar cómo eran los aparatosos sistemas de producción de los grandes estudios. La película recibió once premios Oscar, una cifra no igualada hasta Titanic, casi 40 años después. Considerada como la cima del género del péplum, se trata de una revisión de un clásico del cine mudo de 1929. Curiosamente, la novela original fue escrita a finales del XIX por Lewis Wallace, un general del ejército federal que jamás había pisado Roma, pero que planteó su obra como "Una historia de Dios". Sin embargo, lo que los espectadores de hoy recuerdan por encima de todo es la espectacular carrera de cuadrigas. Durante su rodaje, uno de los especialistas murió aplastado por los caballos y su muerte fue conservada en el montaje final.
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