Metro-Goldwin-Mayer cumple 100 años (XVI)

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• Quo Vadis? (1951), dirigida por Mervyn LeRoy. Superproducción de la Metro sobre los primeros cristianos, basada en la novela de Henryk Sienkiewicz, que obtuvo ocho nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor película, mejor actor de reparto, y mejor fotografía. Los guapos protagonistas Robert Taylor y Deborah Kerr fueron el principal reclamo, actores de moda, que estuvieron bien respaldados por un cínico y algo extravagante Peter Ustinov, en el papel de Nerón. Sophia Loren y Elizabeth Taylor hacen un cameo. La mezcla entre religión, cine histórico y romance eran los ingredientes perfectos para el buen cine de la época, y si a eso se le añaden grandes interpretaciones, el resultado es estupendo. Escenas gloriosas y decorados majestuosos que dejan huella en la retina, y convierten el film en una de las mejores producciones bíblicas de todos los tiempos.

• El gran Caruso (The Great Caruso, 1951), de Richard Thorpe . Biografía del famoso tenor italiano Enrico Caruso (1873-1921), tan embellecida y manipulad como mandan los cánones hollywoodienses (de hecho, la historia real del tenor fue mucho más amarga de lo que muestra el filme, que tiene poco que ver con la realidad). Su protagonista, el tenor italiano Mario Lanza, fue lanzado al estrellato con esta película. Irónicamente, su vida tuvo bastantes puntos en común con la de Caruso, incluyendo su trágico y prematuro final.

• Cantando bajo la lluvia (Singin' in the Rain, 1952), de Stanley Donen y Gene Kelly. Gene Kelly y Stanley Donen consiguen el que sin duda es el musical más famoso de la historia del cine. Laa película es una amable parodia del impacto que supuso en la industria cinematográfica el tránsito del cine mudo al cine sonoro. Este pretexto argumental sirve de hilo a una serie de inolvidables actuaciones musicales. Baste destacar el número que da título a la película, interpretado por Gene Kelly, o el número cómico de Donald O'Connor "Make Em Laugh". Debbie Reynolds y Cyd Charisse destacan también con luz propia en este maravilloso espectáculo de amor, música y baile. La película, curiosamente, sólo obtuvo dos nominaciones al Oscar en las categorías de mejor actriz secundaria y mejor adaptación musical.

• Porque eres mía (Because You're Mine, 1952), dirigida por Alexander Hall. Protagonizada por Mario Lanza, Doretta Morrow, James Whitmore y Bobby Van. Porque eres mía tuvo una producción desagradable y conflictiva. La notoria reputación de Lanza por ser temperamental y difícil de trabajar comenzó con la producción de Porque eres mía. La canción principal, Because You're Mine, obtuvo una nominación al Premio de la Academia a la mejor canción original. 

• Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful, 1952), de Vincente Minnelli. El consagrado director Vincente Minnelli, autor de musicales convertidos ya en clásicos de la historia del cine como Un americano en París o Melodías de Broadway, dirigió este melodrama, una de las mejores películas que se han hecho sobre las interioridades del cine y los estudios de Hollywood. Minnelli contó para ello con un excelente reparto, encabezado por Kirk Douglas, que fue nominado al Oscar por su interpretación del inhumano productor, y completado por Lana Turner, Walter Pidgeon, Dick Powell, Barry Sullivan y Gloria Grahame, que ganó el Oscar como mejor actriz secundaria. La película ganó además los premios a la mejor dirección artística, fotografía y diseño de vestuario.

• Ivanhoe (1952),  dirigida por Richard Thorpe. Ambientada en la Inglaterra medieval del siglo XII, esta película se basa en la célebre novela del mismo título escrita por Sir Walter Scott. El maestro del cine de aventuras, Richard Thorpe, ofrece esta versión del clásico de Walter Scott y despliega un brillante repertorio que contiene todos los ingredientes del género en una película donde las hazañas en la corte de Ricardo Corazón de León se disfrutan siempre con los aseados ojos de un espectador de sesión infantil. 

• Melodías de Broadway 1955 (The Band Wagon, 1953), de Vincente Minnelli. Uno de los mejores musicales de todos los tiempos, producido por el gran Arthur Freed, responsable de otras maravillas del estilo Un americano en París, Cantando bajo la lluvia o La bella de Moscú. La película es una delicia y un modo excelente de comprender cómo funcionaban los montajes musicales del Broadway de la época. La música es un primor, con grandiosos temas escritos por Arthur Schwartz y Howard Dietz. La pareja Astaire-Charisse está inconmensurable y ofrece algunos de los mejores números de la historia, como el bellísimo baile en el Central Park "Dancing in the Dark" o el espectacular número final En busca de la chica, con divertida atmósfera de cine negro. Algunas melodías pasaron a la historia, como la citada Dancing in the Dark o las pegadizas y divertidas That's Entertainment y A Shine on Your Shoes. También destaca el diseño de vestuario, obra de Mary Ann Nyberg, que fue nominada al Oscar, al igual que los guionistas y el compositor de la banda sonora, Adolph Deutsch.

Bésame, Kate (Kiss Me, Kate, 1953), dirigida por George Sidney. Clásica comedia musical producida por la Metro-Goldwyn-Mayer que sigue la fórmula ‘de teatro dentro del cine’ donde Kathryn Grayson y Howard Keel interpretan a dos actores que preparan la obra de Shakespeare La fierecilla domada. Con música de Cole Porter, la cinta fue originalmente filmada en tres dimensiones y por ello los personajes lanzan continuamente objetos hacia el público. La película obtuvo una nominación al Oscar en 1954 por su banda sonora, que incluye canciones como Too Darn Hot o So in Love.

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