domingo, 23 de junio de 2024

Muere la actriz Anouk Aimée, reina de los papeles enigmáticos (II)

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Heroínas insolentes, caprichosas y vulnerables
Muy rápidamente, Anouk Aimée se convirtió en la musa de la pre-Nueva Ola, con Les mauvaises Rencontres (1955), de Alexandre Astruc, y La cabeza contra la pared (La tête contre les murs, 1959), de Georges Franju. Posteriormente, formará parte de la época dorada del cine italiano y del inicio de la decadencia de Hollywood, multiplicando, con aparente indiferencia, reapariciones inesperadas y errores fatales: rechaza, por ejemplo, El caso Thomas Crown, de Norman Jewison, con Steve McQueen, un papel escrito para ella, para ir a rodar, con Yves Montand, una película preciosa - Una noche, un tren (Un soir... un train, 1968), de André Delvaux- donde, curiosamente, hizo sólo un papel secundario...
Anouk Aimée en Les mauvaises rencontres (1955)
Por supuesto, su película más famosa es, con diferencia, Un hombre y una mujer (Un homme et une femme, 1966), de Claude Lelouch. una historia de amor que gustó tanto a los espectadores europeos como los americanos. Fruto de ello fue la Palma de Oro que recibió Lelouch al mejor director, y la obtención de dos Oscar por su película, el de mejor película de habla no inglesa y el de mejor guión original. Gran parte del buen recibimiento de la película fue gracias a la música de Francis Lai y a la interpretación de la bella Anouk Aimée. En 1966, toda Francia tarareaba "Como tú y yo ,ba dabada, dabadabada" en los cines, viendo a Jean-Louis Trintignant correr hacia ella –a cámara lenta– en la playa de Deauville. Claude Lelouch que la dirigira en otras ocasiones y no siempre bien (¡Si empezara otra vez! (Si c'était à refaire) en 1976, Viva la vida (Viva la vie) en 1984, Hay días... y lunas  (Il y a des jours... et des lunes) en 1990, firmará dos secuelas de este triunfo inesperado, que se hizo mundial: la catastrófica Un hombre y una mujer: veinte años después (Un homme et une femme, 20 ans déjà1986), y la tierna y nostálgica Los años más bellos de una vida (Les plus belles années d'une vie, 2019).
Anouk Aimée y Jean-Louis Trintignant en Un hombre y una mujer (1966)
Pero fue Jacques Demy quien la hizo inmortal. Con ella inaugura su galería de heroínas insolentes, caprichosas y vulnerables. En 1961, se convierte en Lola , "la que se ríe de todo, la que dice 'el amor es bello'"... Lola que, entre bastidores de un cabaret de Nantes, sacado directamente del mundo de Max Ophuls, homenaje a este maestro del cineasta, espera inquebrantable al marinero de su vida. Lola a quien encontramos, unos años más tarde, abandonada y perdida, en una tienda de modelos de Los Ángeles, frente a un soldado que parte hacia Vietnam donde, como siempre, para Demy, “el sol y la muerte viajan juntos”...
Anouk Aimeé en Lola (1961)
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