American Beauty, de Sam Mendes
Por qué es importante: La ganadora del Oscar a la mejor película en el año 2000, American Beauty, divide su tiempo en pantalla equitativamente entre sus adolescentes torturados y adultos insatisfechos, uniendo a las audiencias con una narrativa de confrontación que, como es sabido, encontró belleza en la crisis y en una bolsa de plástico descarriada.
Por qué se mantiene: A pesar de haber obtenido el máximo galardón de Hollywood, hay tantos detractores como defensores. Sin embargo, dejó una impresión duradera hace 25 años y sigue siendo un instrumento clave en la conversación cultural continua, destacando las tensiones entre el mérito artístico y los códigos morales.
Qué ver a continuación: Si no ha vuelto a ver la serie Es mi vida (My So-Called Life), desde los años 1990, hágalo. Le sorprenderá darse cuenta de que los adultos tenían sus propias historias y que, de repente, son (no tan) atractivas.
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