La saga “The Fast and the Furious” está en Netflix: centrémonos en cinco entregas notables, para bien… y para mal (V)

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La mejor sin duda: Fast & Furious 7 (Furious 7, 2015), de James Wan

Ha pasado un año desde que el equipo de Dominic Torreto y Brian pudiera regresar finalmente a Estados Unidos, tras ser indultados. Desean adaptarse a una vida en la legalidad, pero el entorno ya no es el mismo. Dom intenta acercarse a Letty, y Brian lucha para acostumbrarse a la vida en una urbanización con Mia y su hijo. Ninguno de ellos imagina que un frío asesino británico, entrenado para realizar operaciones secretas, se cruzará en sus vidas para convertirse en su mayor enemigo.

Paul Walker en Fast & Furious 7 (2015)

A finales de noviembre de 2013, mientras se rodaba el episodio 7, el actor Paul Walker murió en un accidente de tráfico. El drama obliga a James Wan, a regañadientes, a firmar una nueva película de renacidos: algunas escenas están filmadas con los hermanos del difunto. Hay que ver al héroe jugando con el destino (saltando en el último momento de un autobús que se desliza hacia un precipicio) y finalmente “retirándose” para dedicarse a su familia. Un último y desgarrador viaje en coche, donde los caminos de Walker y el resto de la pandilla divergen.