Aunque rara vez fue una estrella de cartel, la actriz estadounidense ha dejado su huella en varias generaciones de espectadores con sus actuaciones en la pequeña y gran pantalla y su sentido de la réplica que estalló en los "late shows" de televisión. Murió el 29 de octubre, a la edad de 79 años.
Teri Garr rara vez fue la protagonista de los aproximadamente ciento cincuenta largometrajes, películas para televisión o episodios de series que interpretó en casi medio siglo de carrera. Pero ella era una de esas actrices de reparto (o actrices de reparto, como se dice en Hollywood) que igualan a las primeras, o incluso les roban el protagonismo gracias a su cómico abatimiento.
Hija de un diseñadora de vestuario y de un actor, Teri Garr debutó en el cine como… bailarina en cuatro películas A Swingin' Affair (1963), de Jay O. Lawrence; con Elvis Presley, como El ídolo de Acapulco (Fun in Acapulco, 1963), de Richard Thorpe, Primos queridos (Kissin' Cousins, 1964), de Gene Nelson, Cita en Las Vegas (Love in Las Vegas, 1964), de Gene Nelson. Diez años más tarde, saltó a la palestra gracias a su actuación como una atrevida asistente de laboratorio en la hilarante parodia El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, 1974), de Mel Brooks. Teri Garr relata en sus memorias, Speedbumps (2005), como consiguió el papel rellenando su sostén con calcetines para ocultar su relativa falta de senos (la operación de cirugía estética más económica y lucrativa de la historia, ella bromeó). Al mismo tiempo, Francis Ford Coppola se fijó en ella, quien la convirtió en la novia de Gene Hackman en La conversación (The Conversation), Palma de oro en 1974 y la impuso en varias películas que produjo, entre ellas El corcel negro (The Black Stallion, 1979), de Carroll Ballard. También interpreta a la escéptica esposa de Richard Dreyfuss, el hombre que vio ovnis, en Encuentros en la tercera fase (Close Encounters of the Third Kind, 1977), de Steven Spielberg, uno de los grandes éxitos de los años 1970.
Una nominación al Oscar
Teri Garr se reunió de nuevo con Coppola en 1982 para ser uno de los dos personajes principales de su Corazonada (One from the Heart, 1982), que supuestamente revolucionaría la forma en que se producían y dirigían las películas en Hollywood. Su sensible interpretación y una sensual escena de tango con Raúl Julia no son suficientes, este hermoso melodrama musical sobre las canciones de Tom Waits fue un fracaso mortal, con consecuencias devastadoras para el cineasta, arruinado... pero no para Teri Garr quien, a los pocos meses después se proyecta con Sydney Pollack en Tootsie (1982) un triunfo de público en las salas. Su interpretación de una buena amiga enamorada de Dustin Hoffmann sin saber que se travestiza le valió su única nominación al Oscar.
Su popularidad, pero también su humor y su sentido de la réplica le aseguraron una presencia regular en los últimos programas de televisión de Johnny Carson y luego de David Letterman, así como en el programa satírico Saturday Night Live. También causó sensación en Jo, ¡qué noche! (After Hours, 1985), de Martin Scorsese, y luego en el casting de lujo de Prêt-à-porter (1994), de Robert Altman.
Pero los persistentes rumores sobre su salud disuadirán gradualmente a los cineastas de contratarla: después de dieciséis años de síntomas inexplicables, descubrió en 1999 que padecía esclerosis múltiple, una enfermedad que hizo pública en 2002, en la CNN. La década de 1990 estuvo, sin embargo, marcada por su participación en la serie Friends, en la que, durante tres episodios que se convirtió en culto, interpretó a la indigna madre de Lisa “Phoebe” Kudrow.
En 2006, Teri Garr sobrevivió una semana en coma tras un derrame cerebral. Después de una larga rehabilitación, pudo volver a trabajar, por ejemplo prestando su voz a episodios de Scooby-Doo. Antes de retirarse definitivamente de los sets y estudios de doblaje en 2011.
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