Almut (Florence Pugh) y Tobias (Andrew Garfield) tienen un encuentro inesperado que cambiará sus vidas para siempre. A través de momentos de su vida juntos -enamorándose, construyendo un hogar, formando una familia- se revela una verdad difícil que sacude los cimientos de su relación. Mientras emprenden un camino desafiante, aprenden a apreciar cada momento del recorrido inusual que ha tomado su historia de amor. Lejos del temido melodrama, el irlandés John Crowley crea una comedia romántica inteligente y sutil.
Historia de amor deconstruida con la paternidad, la gastronomía, la enfermedad grave y la mortalidad, al fondo y al frente. Sigue a Almut y Tobias, ella ambiciosa chef de merecido prestigio soltera, él comercial de una marca de alimentación amargado por su divorcio; cuando Almut atropella accidentalmente a Tobias, y le lleva al hospital, de ahí surge una invitación a su restaurante, y el enamoramiento. Esto se nos cuenta con una estructura narrativa que baraja la información, dando saltos temporales hacia atrás y hacia delante, y así se nos arrojan dosificadamente los datos de un embarazo y de que tienen una niña, aunque ella se resistía a ser madre, mientras que el otro tenía ilusión por ampliar la familia, y de un cáncer de ovarios que se resiste al tratamiento médico.