Nacido el 3 de julio de 1944 en la Ciudad de México, Emilio Antonio Echevarría Noriega se diplomó en Contaduría por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su carrera como contable iba viento en popa cuando a los 32 años decidió cambiar los libros de cuentas por los libretos teatrales. Su primer acercamiento al arte fue a través del grupo Circo, maroma y teatro. "Ahí aprendí que actuar y sobrevivir a los impuestos tienen algo en común: ambos requieren creatividad y nervios de acero", bromeaba. Su formación actoral incluyó clases con el renombrado José Luis Ibáñez, lo que lo llevó a participar en más de quince obras teatrales, siempre destacando por su presencia magnética y voz grave, perfecta para declamar hasta la lista de la compra con dramatismo.
El debut cinematográfico de Emilio Echevarría llegó en 1984 con el cortometraje Desde el cristal con que se mira, pero saltó a la fama por su papel como "El Chivo" en Amores perros (2000), debut de Alejandro González Iñárritu, que le convirtió en una figura inolvidable del cine mexicano. Con su melena alborotada y sus ojos penetrantes, interpretó a un hombre atormentado y lleno de matices. "Cuando alguien me dice que actuar es complicado, siempre respondo: 'Intenta cuadrar una declaración fiscal en abril, eso sí es un drama!", comentó en una entrevista, con esa mezcla de humor seco y sabiduría que le caracterizaba.
En Y tu mamá también (2001), Emilio Echevarría compartió pantalla con los "chicos de oro", Gael García Bernal y Diego Luna. Su papel como un hombre sabio que revela verdades incómodas a los jóvenes protagonistas fue breve pero dejó huella. "Siempre me invitan a películas donde los personajes cargan con el peso de la vida… ¿Será por las ojeras?", decía. Tenía un papel pequeño en Babel, de nuevo a las órdenes de Alejandro González Iñárritu.
Emilio Echevarría en Amores perros (2000) |
Emilia Echevarría también dejó su marca en Hollywood, aunque en papeles más modestos. En Muere otro día (2002), hizo de Raoul, un agente cubano que ayuda a James Bond, mientras que en El Álamo (2004) se metió en los zapatos del histórico Antonio López de Santa Anna. "Me preguntaron si quería interpretar a Santa Anna y respondí: "¿Es el villano? Perfecto, ya estoy acostumbrado a que me odien después de Amores perros".
Además de su carrera artística, Emilio era un hombre de familia. Una de sus hijas, Lourdes Echevarría actuó junto a él en Amores perros, mientras que otra, Fernanda Echevarría, también siguió sus pasos en el mundo de la actuación. El actor falleció el 4 de enero de 2025, en Ciudad de Máxico, a los 80 años de edad.
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