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6. Siete días de mayo (Seven Days in May, 1964)
Notable relato político, donde se plantea que un grupo de militares, desencantados por cómo se están haciendo las cosas en el país y por el temor a que los soviéticos acaben por tomar el control de la situación, organicen un golpe de estado en Estados Unidos. Rodada en plena guerra fría, la cinta está basada en la novela de Fletcher Knebel y Charles W. Bailey II, y narrada en clave de trepidante suspense por parte de un especialista en el tema como es John Frankenheimer. Todas las gestiones y entrevistas con altos mandos militares para confirmar lo que parece estar ocurriendo se sirven con gran habilidad. En plena Guerra Fría, se sospecha que un enigmático general pretende derrocar al Presidente de EE.UU. por medio de un golpe de estado. El Presidente dispone sólo de siete días para encontrar pruebas que le permitan abortar el golpe.
A finales de la Segunda Guerra Mundial un coronel alemán, obsesionado por el arte, que prevé la toma de París por las tropas aliadas manda robar y cargar una valiosa colección de obras de arte en un tren con destino a Berlín. La muerte de un miembro de la Resistencia al tratar de evitar la salida de las obras de arte de París convierte el asunto en algo personal para Labiche, un veterano en la lucha contra los "boches", que pondrá todos los medios para impedir que el tren llegue a su destino.Excelente película bélica dirigido eficazmente por John Frankenheimer, que contó con dos excelentes actores en los papeles principales: Burt Lancaster es este Rambo de la Segunda Guerra Mundial, y Paul Scofield encarna al coronel alemán. La acción está presente durante toda la película y no se escatiman medios para conseguir un mayor realismo; así, en la famosa escena del descarrilamiento se utilizaron trenes reales. La película obtuvo un Oscar en la categoría de mejor guión adaptado.
8. Plan diabólico (Seconds, 1966)
En los créditos, firmados por el virtuoso Saul Bass, los primeros planos de las anamorfosis de un rostro en estado de pánico marcan la pauta: bienvenidos a la pesadilla paranoica del banquero Arthur Hamilton (John Randolph) lleva una vida monótona y sin sentido junto a su esposa. Un día recibe una llamada de un amigo a quien creía muerto, que le anima a que visite La Compañía. Allí le ofrecerán algo aparentemente imposible: empezar su vida de cero, transformándolo en un pintor bohemio Antiochus Wilson (Rock Hudson) en una villa con un mayordomo. La película en su momento fue denostada por la crítica y no funcionó bien en taquilla, pero con el tiempo se ha convertido en una cinta de culto, y una de las más reconocidas de su director John Frankenheimer.
Pete Aron (James Garner), un corredor del Grand Prix estadounidense, es expulsado de su equipo, el Jordan-BRM, por su responsabilidad en un accidente, en el que resultó herido el corredor británico Scott Stoddard. Ficha entonces por un equipo japonés, manteniendo, al mismo tiempo, una relación con la mujer de Stoddard. Fue una de las películas más taquilleras de su año, además de haber conseguido alzarse en los Oscar con los galardones de mejor montaje, mejor sonido y mejores efectos sonoros. Sus escenas de carrera la han convertido en película de culto para los aficionados al automovilismo. La película contiene tomas de carreras de la vida real y en ella aparecen campeones de la Fórmula 1 como Juan Manuel Fangio, John Surtees, Jim Clark o Jack Brabham y también cuenta con la aparición del actor Toshirō Mifune, interpretando al propietario de un equipo de carreras japonés, inspirado en Sōichirō Honda, fundador de la internacional Honda Motors.
10. El hombre de Kiev (The Fixer, 1968)
Adaptación de The Fixer (en español El hombre de Kiev), una novela del escritor estadounidense de origen judío Bernard Malamud, que ganó el premio Pulitzer en 1967. En la Rusia zarista, entre finales del XIX y principios del siglo XX, los judíos, acusados de terribles y sangrientos crímenes, fueron cruelmente perseguidos. Se trataba de una cortina de humo para desviar la atención del pueblo ruso de problemas más acuciantes, como el hambre y la miseria. En este contexto, un campesino judío trata de ocultar su origen para evitar la represión. Pese a todo, es acusado de crímenes que no ha cometido y, sin juicio previo, sufrirá todo clase de torturas físicas y psíquicas.
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