La directora, hija del popular director Luigi Comencini, narra su infancia libre con él y luego su atormentada adolescencia. Una autobiografía cercana a un cuento.
Es difícil para un niño/a crecer bajo la sombra aplastante de un padre creador... Francesca Comencini, hija del gran cineasta infantil Luigi Comencini, sabe algo de ello. Lo que ella cuenta aquí sobre su vínculo, reviviendo recuerdos vívidos, es íntimo e inusual. Es raro ver la relación fuerte y única, complicada por varios obstáculos, entre una hija y su famoso padre descrita de una manera tan fina.
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| Luigi Comencini (Fabrizio Gifuni) y su hija Francesca (Romana Maggiora Vergano), una cinefilia vibrante |
Luigi Comencini, recordémoslo, es autor de al menos dos obras maestras, El incomprendido (Incompreso AKA Incompreso (Vita col figlio), 1967) y Las aventuras de Pinocho (Le avventure di Pinocchio, 1972). Sin embargo, durante mucho tiempo subestimado porque no mostró la ambición estética de un Fellini o un Antonioni.
Il tempo che ci vuole AKA Prima vita (2024) es un relato personal de la directora sobre los momentos pasados con su padre. Ambientada durante los Años de Plomo en Italia, un período de agitación política y revolución social empañado por el terrorismo, cuando la heroína devastó una generación perdida.
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