Realismo poético, thrillers, pero también una adaptación de Pelirrojo (Poil de carotte, 1932). El cineasta francés destacó en la década de 1930 por su eclecticismo. Veamos siete notables películas de este período.
Cuando se menciona el nombre de Julien Duvivier, es difícil no pensar en Don Camillo (1952), o en películas de cine negro como Pánico (Panique, 1946) y Almas perversas (Voici le temps des assassins, 1956). La carrera del cineasta francés está llena de joyas poco conocidas, algunas de las cuales fueron realizadas en la década de 1930, en una época en la que el cine estaba en plena transición del cine mudo al sonoro.
1. David Golder (1931) da testimonio de esta evolución: es una película hablada, pero la narración aún no sigue un hilo preciso, las secuencias se suceden sin giros notables, como en una película muda. Estos defectos, sin embargo, le confieren un encanto asombroso. David Golder es un banquero caído en desgracia tras una grave crisis cardiaca sufrida en un casino de la Costa Azul. Cuando las malas noticias sobre la salud del financiero se extienden, las acciones de sus empresas se desploman. Así, de la noche a la mañana, Golder se encuentra en la bancarrota; arruinado, enfermo y abandonado por su mujer y su única hija, se recluye en un piso vacío de París. Si bien ha perdido todo, aún conserva el espíritu luchador y el amor por el riesgo que le permitieron abandonar el mísero gueto ucraniano donde nació y convertirse en uno de los hombres más acaudalados de Francia. Cuando la oportunidad de enriquecerse de nuevo se presenta ante él, Golder no dudará un segundo en lanzarse a la aventura, lo que lo llevará a algunos escenarios de su juventud. El riesgo, nada menos que su propia vida, es grande, pero la ganancia es, a sus ojos, aún mayor: obtener una fortuna superior a la anterior y recuperar a su hija, la única persona que ha amado en este mundo. Adaptación de la novela homónima de Irène Némirowsky, escritora judía que murió gaseada en Auschwitz.
2. La mencionada anteriormente Pelirrojo (Poil de Carotte, 1932). Dominado por su madre e ignorado por su padre, la vida del pelirrojo infante Poil de Carotte es un auténtico infierno. Además, el matrimonio entre sus progenitores es una auténtica farsa desde hace años, y solo siguen juntos por cubrir las apariencias ante la vecindad. Así que al pobre Poil sólo le queda una salida... El éxito de La otra madre (Visages d´enfants, 1925), dirigida por Jacques Feyder, motivó que le ofreciesen la adaptación al cine de la novela de tintes autobiográficos de Jules Renard Pelo de zanahoria o Zanahorio, que también se tradujo así en España. Feyder escribió un guión que no se llegó a producir y otra empresa le propuso el reto a Julien Duvivier, quien desarrolló su propio guión. La película de Duvvivier, tan cruel y emotiva como el libro que narra la desgraciada infancia y adolescencia de un niño maltratado por su madre hasta el punto de tratar de suicidarse en dos ocasiones, no ha perdido ni su capacidad de emocionar ni su sorprendente tratamiento innovador. Versión sonora de la novela homónima de Jules Renard, que el propio Duvivier ya adaptó en una versión anterior muda.
3. Dirigió un nuevo caso del avezado comisario Maigret, personaje creado por Georges Simenon y llevado en numerosas ocasiones tanto al cine como a la televisión, La tête d'un homme (1933). Willy Ferrière ya no tiene dinero y su amante le está costando muy caro. Un día, en el bar, declaró que con gusto pagaría 100.000 francos a quien matara a su tía, que había heredado la propiedad. Alguien le hace entender que él se encargará de ello. La tía es asesinada. Un hombre aparentemente simple es el culpable ideal. El Comisario Maigret percibe que algo no va bien.
4. La belle équipe (1936) fue una de las tragicomedias más célebres y taquilleras de Julien Duvivier, donde desde su irónico título original hace un recorrido por la futilidad de la existencia humana, con todos los altibajos que conlleva. Magníficamente interpretada por Jean Gabin, su argumento también entra de lleno en las cuestiones políticas que por esos tiempos trastornaban el país, con el auge del Frente Popular y las reformas en beneficio de los trabajadores. De hecho, los protagonistas son cinco obreros en paro que ganan diez mil francos en la lotería. Decididos a cambiar su suerte, optan por invertir el capital en un café a orillas del Sena. Sin embargo, dicho negocio comienza a enturbiar la relación entre ellos, y a cambiar su forma de pensar. Se rodaron dos finales de la historia –uno trágico y otro feliz– y tras varios pases de prueba para el público, Duvivier dejó el más optimista.
(cont.)
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